El Centro Cultural San Bernardo de Claraval conformada por Seglares Católicos, de Ciudad del Este - Paraguay, tiene como objetivo principal, realizar actividades que promuevan la cultura católica, e Instauración cristiana del orden temporal - “Los bienes de la vida y de la familia, la cultura, la economía, las artes y profesiones, las instituciones de la comunidad política”. (DECRETO APOSTOLICAM ACTUOSITATEM - SOBRE EL APOSTOLADO DE LOS LAICOS)
El nombre inspirado en San Bernardo de Claraval, impulsor y propagador de la Orden Cisterciense, valedor y protector del Temple y el hombre más importante del siglo XII en Europa. Tenemos como lema: Ora et Labora et Lege (Ora, Trabaja, Estudia).
Para dar cumplimiento a nuestro objetivo el centro realiza actividades, como: Ciclo de Estudios, Cine debate, conferencias, conversatorios, concierto cultural, talleres, cursos. Los centros culturales católicos, según la definición del Papa San Juan Pablo II (18-03-94), son "organismos privilegiados de promoción de la cultura cristiana y de diálogo con los ambientes culturales no cristianos".
El Centro Nace el 12 de Febrero del 2017, con un grupo de laicos, que preocupados por la avalancha de la cultura de la muerte, y la falta de formación Moral e intelectual para combatir estas ideologías anti cristianas, se reúnen en ciclo de estudios, estudiando el catecismo, Patrística, etc., luego organizando conferencias para el público en general, donde se invita a expertos en temas específicos. Poniendo en pràctica lo que nos dice el propio decreto sobre el Apostolado de los Laicos “Los equipos y asociaciones seglares, ya busquen el apostolado, ya otros fines sobrenaturales, deben fomentar cuidadosa y asiduamente, según su fin y carácter, la formación para el apostolado. Ellas constituyen muchas veces el camino ordinario de la formación conveniente para el apostolado, pues en ellas se da una formación doctrinal espiritual y práctica. Sus miembros revisan, en pequeños equipos con los socios y amigos, los métodos y los frutos de su esfuerzo apostólico y examinan a la luz del Evangelio su método de vida diaria.
Esta formación hay que ordenarla de manera que se tenga en cuenta todo el apostolado seglar, que ha de desarrollarse no sólo dentro de los mismos grupos de las asociaciones, sino en todas las circunstancias y por toda la vida, sobre todo profesional y social. Más aún, cada uno debe prepararse diligentemente para el apostolado, obligación que es más urgente en la vida adulta, porque avanzando la edad, el alma se abre mejor y cada uno puede descubrir con más exactitud los talentos con que Dios enriqueció su alma y aplicar con más eficacia los carismas que en el Espíritu Santo le dio para el bien de sus hermanos.
Los ciclos de estudios, son un espacio de formación y debates, referente a un tema determinado, que se va desarrollando en forma progresiva y ordenada, siempre conforme al magisterio eclesiástico.
Los temas, pueden ser de carácter: Filosóficos, político, Doctrinales, Apologético, y de actualidad, que, debatidos a la luz del evangelio y la doctrina cristiana, nos ayudaran a crecer en intelectualidad y sabiduría; todas ellas una vez conociendas y comprendidas, podamos por caridad trasmitir a quienes lo necesiten, en el ambiente donde nos toque actuar.
“Los laicos que se entregan al apostolado tienen muchos medios, tales como congresos, reuniones, ejercicios espirituales, asambleas numerosas, conferencias, libros, comentarios, para lograr un conocimiento más profundo de la Sagrada Escritura y de la doctrina católica, para nutrir su vida espiritual, para conocer las condiciones del mundo y encontrar y cultivas medios convenientes. Estos medios de formación tienen en cuenta el carácter de las diversas formas de apostolado en los ambientes en que se desarrolla.
Con este fin se han erigido también centros e institutos superiores, que han dado ya frutos excelentes.
El Sagrado Concilio se congratula de estas empresas, florecientes en algunas partes, y desea que se promuevan en otros sitios donde sean necesarias.
Establézcanse, además, centros de documentación y de estudios, no sólo teológicos, sino también antropológicos, psicológicos, sociológicos y metodológicos, para fomentar más y mejor las facultades intelectuales de los laicos, hombres y mujeres, jóvenes y adultos, para todos los campos del apostolado”.
(DECRETO APOSTOLICAM ACTUOSITATEM - SOBRE EL APOSTOLADO DE LOS LAICOS, P.32)